La segunda generación fue la primera en introducir transmisiones 100% digitales con voz y datos, dando lugar a los SMS y MMS. Pese a surgir en los 90, este estándar sigue estando en uso en muchas partes del mundo. Una de las ventajas más evidentes de la naturaleza digital del 2G es que las transmisiones, además de poder comprimirse para que tuvieran un menor tamaño, podían cifrarse, lo que solucionaba los graves problemas de privacidad de la generación anterior.
El estándar base en Europa fue GSM, mientras que en Estados Unidos fue CDMA. Permitían una velocidad máxima teórica de 50 kbps que usualmente se quedaba en unos 10 kbps, a la altura de los módems de la época. Posteriormenmte las redes 2G mejoraron y podían alcanzar unos 170 kbps con la revisión GPRS y hasta 384 kbps con la revisión EDGE. En el móvil GPRS suele ilustrarse con la letra G; EDGE aparece con la letra E.