Te llamas Gavin O Connor y un día diriges una película sobre un par de hermanos que se reencuentran en un ring tras varios años de no verse. Dos de los mejores actores de su tiempo aceptan acompañarte en el viaje. Y también, ¿por qué no?, Nick Noite. Como colofón, incluyes una bellísima canción de The National y así filmas la mejor película del año 2011.