Es uno de los antivirus más discretos que hay en Windows. Su interfaz se esconde en la barra de inicio del sistema y molesta lo justo para escanear y detectar amenazas. Además, también presume de no incluir adware en su instalación y de no afectar el rendimiento del sistema operativo. Goza de un 99.5 en el Mark Test y supera el test de VBulletin con un 85.4% de eficiencia.