La Cannabis Indica y Cannabis Sativa son las dos principales variedades de la planta de cannabis utilizada como medicamento hoy en día. Dentro de cada una de estas variedades hay un gran número de cepas individuales, cada una con un perfil cannabinoide diferente y efecto medicinal.
La primera provienen de los países del mundo como Pakistán, Afganistán, Marruecos y el Tíbet. Son plantas cortas y densas, con hojas anchas que a menudo crecen de un verde más oscuro, con más clorofila y menos pigmentos accesorios que protegen la planta de la luz solar excesiva. Después de la floración comienza a madurar en 6 a 8 semanas y son mejores para el cultivo de interior porque no crecen tan alto como las sativas. Las flores son gruesas y densas, con sabores y aromas que van desde jarabe puntiagudo a dulce y afrutado.
Las semillas de la Sativa son raras de encontrar para los vendedores ya que no son tan populares. Proviene principalmente de regiones ecuatoriales como Colombia, México y el sudeste asiático. Crecen como plantas altas y delgadas, con hojas estrechas y de color verde claro. Crecen rápidamente en comparación con las cepas indica y puede alcanzar alturas de 7 metros en una sola temporada. Una vez que la floración ha comenzado, pueden tomar de 10 a 16 semanas para madurar completamente. Los sabores varían de terroso a dulce y afrutado.
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