El primer año en la Universidad marca la vida de muchas personas. Te enfrentar a nuevos retos, nuevas ilusiones y numerosos cambios que por mucho que los tengas previstos, no dejan de sorprenderte. Todo esto se multiplica si, además, ese primer año trancurre en una residencia de estudiantes. Vives 24 horas, los sietes días de la semana, con los que terminan convirtiéndose en tus mejores amigos.
Abres los ojos de par en par y surge el amor, llegan las decepciones, descubres la pasión, te persiguen las tentaciones, conoces a fondo tus miedos... todo a un ritmo que da vértigo, Los chicos de la residencia Benjamin Franklin afrontan esa época repletos de sueños y también de dudas. Las cosas no siempre son lo que parecen ni terminan como uno desea. Pero tienes que lanzar la moneda para saber si sale cruz o cara.