Es un digno sucesor del Beetle RSi. Cuenta con un bastidor puesto a punto para rodar en carretera de curvas o pista a nivel de cualquier hot hatch. Bajo el cofre lleva una renovada versión del 2.0 TSI, pero llevado hasta más allá de los 250 HP, con caja DSG y tracción integral; algo así como un Audi S3 pero con mucho mayor estilo.
Cuenta con gran equipamiento, fascias y paquete aerodinámico, rines de 20 pulgadas, frenos de alto desempeño y suspensión que se ajusta con firmeza.