El tratamiento de estos es quirúrgico, la ciencia ha desarrollado una nueva técnica llamada cirugía mínima invasiva en la cual la anestesia es local a nivel del tobillo, realizándose pequeñas incisiones de 3 a 4 mm a nivel de tendones para corregir la caída del metatarso y la garra de los dedos, con un abordaje posterior para la corrección del juanete, no requiere grandes incisiones que traumaticen los tejidos, no hay cicatrices, no se necesitan clavos ni yeso para mantener la corrección solo se usa vendaje y cinta. No se necesita hospitalización.