Mucho de los animales que aparecen en las películas de hoy en día son mascotas, es decir, animales de compañía. Si bien son traviesos, inteligentes y audaces, dependen del ser humano. Un buen ejemplo es el simpático y descomunal San Bernardo que sale en Beethoven y que es adoptado por una familia. Un perro más actual es Firulais la mascota que acompaña a los bebes Rugrats en sus aventuras, tanto en la serie de dibujo animados de la tele como en el cine.