Para que exista la honestidad se necesita coherencia entre lo que sentimos, decimos y hacemos. Solo así podemos combatir la desconfianza del otro. La falta de honestidad es quizá el mayor problema para el entendimiento entre las personas porque la falta de credibilidad dificulta el diálogo, la colaboración y la convivencia social.
Se dice que la honestidad es una fuerza positiva para la esfera pública y privada: Necesitamos ciudadanos y gobiernos honestos que trabajen defendiendo la verdad, el respeto, la justicia y la igualdad de un país.