Según un estudio realizados, el WiFi emite radiaciones electromagnéticas a una
muy elevada; las consecuencias son nocivas para todos, pero en especial
para los niños, más vulnerables porque están en pleno desarrollo. Inglaterra, y Suecia los están retirando de , museos, bibliotecas y
públicos. La tecnología inalámbrica no está revisada por sanidad ni por
ningún organismo que nos pueda decir qué potencia emite y cómo se
controla esa emisión. El problema es qye cada día es más necesario, ya que lo ocupamos para leer nuestro correo, hacer Fotomontajes y otras necesidaddes más que nos ha creado la tecnología.
Existe un informe de acceso público, Bioiniciative, que
más de 2.000 estudios internacionales. En la resolución del Consejo de
Europa de mayo se recogen las conclusiones de este informe: los estudios
vinculan la exposición prolongada a radiaciones electromagnéticas con
ciertos tumores. Se dice que se pueden sustituir estos aparatos y que para conectarse existen otros sistemas que permiten disfrutar de internet a través de la red eléctrica. La contaminación electromagnética se está incrementando a pasos de
gigante en muy poco tiempo y no sabemos qué va a pasar, probablemente lo
sepamos cuando las consecuencias sean irreversibles. La propia UE está
instando a los estados a que reduzcan los niveles. Hoy se estipula que
por encima de 0,1 hay peligro de daño sobre la salud.